jueves, 3 de marzo de 2011

Se profundiza el riesgo sistemico

El petróleo y los alimentos suben de precio, la inflación repunta al 2’3% cerca de octubre de 2008, los tipos de interés, estables en el 1% desde 2009, se avecinan al alza para intentar compensar esa inflacción. Pero la economía aun no crece lo suficiente, por lo que la subida contribuirá a enfriar aun más la demanda. Para compensarlo los estados deberían aumentar el gastos; unos para reducir las protestas sociales y el riesgo y la moda de las revueltas.
La subida de tipos, reducirá la liquidez de los bancos, y se verán obligados a vender los inmuebles que ahora retenían, el efecto será una caída del precio de la vivienda aun mayor (del 25% hasta el 40% que ya ha caído en USA o en Irlanda), entonces los bancos se verán abocados a hacer frente a un aumento de la morosidad y una bajada de valor de los activos que no puedan vender. Nadie de los que tienen responsabilidad de gobierno quiere reconocerlo, pero el riesgo de decrecimiento sistémico y acelerado se acrecienta a cada mes que pasa.
Inflacción sin crecimiento, ese es el nuevo escenario que tendremos que abordar. Y ante estas condiciones la teoría neoclásica tiene ya poco que decir. Esta desbordada en sus paradigmas fundamentales. La campana de la historia (gauss la llamaron algunos) proyecta su sombra sobre la civilización occidental. Las teorías fisiocráticas de principios del siglo XIX volverán a tener valor. El principal factor de estabilidad y por ello la base misma de la capacidad de generar riqueza es la producción de alimentos sin que esta producción este acoplada al uso y al precio de la energias convencionales…
Los gobiernos autonómicos deberían ya diseñar políticas de transición, fomento del compostaje para la aplicación agrícola, reorganizar territorialmente la administración, aumentar el nivel agricultural de la población, intensificar la inversión en energías renovables.

domingo, 4 de julio de 2010

prospectiva de las fases de la crisis economica y de los procesos de transicion y decrecimiento

Seguimos conduciendonos hacia el colapso de la opulenta forma de vida que hemos conocido. La primera fase de la crisis financiera y de demanda se resolvio en 2009 con injeccion de dinero publico siguiendo consignas keynesianas, la segunda fase en 2010 corresponde al limite a la capacidad de endeudamiento de los estados y una vuelta de tuerca a la liquidez del sistema productivo. El sobrendeudamiento de algunas economias es la causa central del detenimiento de la economia. Este decrecimiento implica perdida de empleo, y un retroalimentado en la producción y el consumo. Pero es afortunadamente solo un decrecimiento monetario y financiero, aun no energetico. Afortunadamente el sistema economico giro en 2008 la cabeza del proceso de inminente escasez del petroleo barato hacia los problemas inmediatos del sistema de credito. La recesión comporta en la practica un proceso de necesario e inevitable decrecimiento (buscar teorias del decrecimiento). El recorte de liquidez del sistema financiero es una dolorosa bendición, si se compara con las repercusiones de una encarecimiento del petroleo y por ende de la energia acorde con su inevitable subida de precios a lo largo de los proximos años.
Las zorras de los mercados de capital se ha entretenido afortunadamente en el sector inmobiliario, en el financiero de alto riesgo o más recientemente en los precios de los bonos del estado o las monedas. Aun no lo han hecho sobre el hecho objetivo e inminente de la creciente escasez y el aumento de costes de estracción del petroleo. Esto esta postponiendo afortunadamente el despegue de los precios del crudo hacia las alturas que les corresponde por la inminente escasez que se producira al recuperarse la economia mundial (si se recupera a ritmos superiores al entorno del 1-2%). Los crecientes y dramaticos problemas financieros y de deuda son pues proberbiales en la medida en que estan contribuyendo al decrecimiento economico y con ello a una reduccion sensible en la demanda de energia. Son muy pocos los ciudadanos, las empresa so los Estados que por propia decisión hubieran capaces de reducir o reorientar su capacidad de gastos y su demanda energetica. La crisis ayudara a detenerlo todo, y tras todo esta la energia. La teoria del decrecimiento puede ser discutible en los sanedrines obsoletos de las universidades de negocios, pero el decrecimiento es lo que esta salvando (entreteniendo) al sistema economico global del dificilmente evitable colapso.

La siguiente y tercera fase de la crisis será un descenso de la actividad económica acorde y lineal a los recortes en el empleo o la renta de las clases medias, hacia lo que podriamos denominar una economia basal. Esta reduccion de las constantes macroeconomicas (decrecimiento factico) debería servir como preparatorio a la siguiente cuarta fase energetica del colapso. Creo que la crísis del petroleo se aleja sensiblemente respecto a lo que hubiera ocurrido de no resquebrajarse antes, disuasoriamente, las alas del tinglado financiero y publico. La crisis del sistema financiero y del publico y su consiguiente decrecimiento, esta comportando un enfriamiento del sistema economico, que conlleva una reducción de la demanda de bienes y servicios (por problemas de credito, liquidez y renta) y con ello tambien de la demanda energetica. Esta recesión afortunadamente previene de una especulación sobre la base misma del sistema economico moderno que es el petroleo. En este sentido la crisis no solo es justa (al afectar a los excesos del capitalismo, y al despilfarro publico), sino además proberbial porque contiene la demanda energetica mundial y con ello los precios de la energia. Es como si la zorra hubiera encontrado unas perdices a la entrada del gallinero, y se hubiera distraido unas cuantas noches con ellas. Pero el gallinero (el mercado del petroleo) caera tarde o temprano en las garras de las zorras del mercado globalizado.